Post cumpleaños

         Una vez más al caer una determinada hoja del calendario, de hace unos días, debo acostumbrarme a sumar un año al que he tenido durante los trescientos sesenta y cinco días anteriores. Nunca me ha costado cumplir años, la experiencia hace que esta peculiar actividad se convierta en una costumbre que desarrolle cada doce meses con cierta elegancia.

         Lo único malo es el amargor que me quedó en los labios, al finalizar el día, por esa insulsa y oculta pretensión, y probablemente inevitable, de que fuera un día distinto al resto de los del año.

3 comentarios

[bambola - 21 de agosto de 2007 - 20:16]

Felicidades aunque algo tarde...lo importante es cumplirlos, con salud y esperanza.

Me gusta tu blog.
Me llevo tu link

saludos :)

[Lludria - 19 de agosto de 2007 - 10:40]

Soy cáncer. Hace poco fue el día ese de la tarta, sin tarta ni velas. Y sí, también me ha tocado cambiar de decena.
Al igual que Sur, me he pasado montones de años pendiente de felicitar a todo el mundo, mi familia, la familia de él, mis amigos, los amigos comunes... Y un buen día, me cansé. No es que yo tuviera una facilidad especial para acordarme, con mi despiste tan a la orden del día, sino que me preocupaba de apuntarlo en la agenda del mes, en la del día a día... Y luego se desmarcan diciendo cosas como: yo, es que ya sabes, se me olvida...
Pues se acabó. No me felicitan ni más ni menos que antes y yo he soltado un ancla más.
El día de mi cumpleaños, está en mi mano el hacer algo especial. He descubierto que si lo dejo en manos ajenas...
Ánimo, Aire..., un beso con retraso!!

[Sur - 12 de agosto de 2007 - 15:30]

Me recuerdas a mí, Aire. ¿Motivo? Me siento identificada en lo que escribes. Este año, en mi cumpleaños, me adentré en una nueva década (sí, la segunda cifra de mi edad acaba en cero) y mis amigos quedaron perplejos al ver que para mí era un cumpleaños más y no me derrumbaba, pues ellos al ser un poco mayores que yo, cuando cumplieron mi edad tuvieron un “bajonazo” de autoestima.

Pero… lógicamente me quedo con los cumpleaños que tuve a lo largo de mi infancia y comienzo de la adolescencia, donde tuve a unos seres entrañables que por desgracia no están conmigo y de los cuales me acuerdo todos los días.

También recuerdo a personas que ayudé en momentos difíciles de sus vidas y que, aún sabiendo la fecha de mi cumpleaños no me felicitaron; por la cabeza se me pasan miles de cosas tales como su olvido o que no quieran hacerlo por cualquier motivo, aunque esto último es un tanto dudoso. Yo soy siempre de las que felicito, eso sí, tengo que apuntar el cumpleaños en mi agenda o en la del teléfono móvil, porque si no, se me olvida.

Deseo que a partir del año que viene (piensa aún todos los días que quedan) puedas escribir algo diferente al último párrafo, es decir, que no hagas del día de tu cumpleaños como un día normal sino ESPECIAL.

Aire: Hay una canción cuyo estribillo dice que “la vida pasa” y aparte de estar en éste mundo para cumplir años también lo es para vivirla lo mejor que podamos. ¿El hacerlo? Está fundamentalmente en nosotros, aunque de vez en cuando se agradece una mano amiga para ayudarnos y siempre dar las GRACIAS.

Muchas felicidades.