Blogia
AIRES ABIERTOS

Descanso

Descanso

-¡Qué cansada estoy!- dijiste estirando tus, bien acabadas, piernas mientras colocabas tus pies sobre un banquito.  

        Me arrimé a ti y con una delicadeza sólo comparable a la que usó el que probaba los zapatos a Cenicienta, te descalcé lentamente. Los dedos de tus pies, se separaron con la comodidad que les daba el estar calzados, exclusivamente, por el aire.  Acerqué mi mano y mis dedos acariciaron tu empeine con lentitud de caracol, captando, en su superficie, el temblor de un vello invisible que se erizaba. 

- Llevamos todo el día paseando. Tengo los pies llenos de sudor y polvo. -parecías excusarte. 

-¿De verdad crees que eso, a estas alturas, me importa algo?- te respondí a la vez que mi mirada cazaba chispas en la tuya.             

             Incliné la cara y mi lengua, deseosa, se dedicó a dibujar adornos de saliva cubriendo todos tus pies. Disfruté de aquel periplo lingüístico mientras, como si de un tobogán se tratara, la deslizaba juguetona por las ondulaciones sinuosas de tu pie. Tus dedos se agitaron gustosos durante todo aquel proceso, hasta que mi boca los fue engullendo uno por uno e iban desapareciendo en su interior. Al introducirlos dentro quedaban en una lacitud placentera, pero no por eso perdían la curiosidad de explorar la humedad intensa de mis dientes, mis encías, mi paladar…y se dejaban abrazar, a la vez que los saboreaba, mimosa y hábilmente por mi lengua. Aquel baile múltiple con tus dedos, uno tras otro, duró un tiempo que no sabría medir, como tampoco el intenso placer que me produjo. Lo que sí me di cuenta es que, aquella relajación, se transmitió a tus piernas y un vivo sosiego pareció rodear todo tu cuerpo. Cuando terminé con los dos pies me recompensaste con un suspiro de placer y una mirada golosa. Te pusiste, entonces, de pie, estiraste la falda y, dándome una mano, me dijiste: 

-Ahora soy capaz de ir, caminando contigo, hasta la muralla China.            

8 comentarios

carlos malena -

Al cabo de un mes....¿no ha visto Desiree mi desenfadada y generosa proposicion? Te la repito de nuevo: estaré dispuesto a hacerte disfrutar con tus pies....cuando quieras....
malenacarpi@yahoo.es
Carlos Malena a tus pies.

carlos malena -

me ha gustado mucho tu relato, hace menos de un mes he protagonizado algo casi identico...ummmmmm que placer!!!..aun lo tengo almacenado en mi lengua.
Por cierto, Desiree,si tanto lo deseas, aqui tienes una lengua predispuesta....será un placer, espero tu respuesta, al menos podemos hablar de ello ¿No?
Carlos Malena.

desiree -

Ummmm imagino tu lengua recorriendo unos pies sensuales, uñas cuidadas,tersos, suaves y con olor a deseo.....ummm podrian ser los mios¡¡¡¡¡¡

horas -

Que fascinante habilidad tiene la lengua para producir formas y sensaciones. Ese tipo de masajes son lo mejores, pues entegan más que descanso...
paz!!

pandora -

Esto no es justo, ahora mismo estoy molida de los pies y no hay nadie cerca que me pueda hacer un masaje como ese!!!!!!!


un beso desde mi caja.
pandora.

hiedra -

buajj, no me gusta que me laman los pies

Anny -

jajaja, me dan cosquillas y por ello río, déjalos ya, igual te acompaño a caminar y a sentir el aire que acaricia mis mejillas y me susurra al oído que la vida es un diario caminar.

Un abrazo y un beso en tus mejillas.

Cuídate un mundo

Ana Ligia (Anny)

Sur -

¡¡Vaya masaje!! Lo cierto es que apetece uno como el que tan bien describes, Aires, que no importa lo que hayas andado con anterioridad. No pongo en duda que te dejan como nuevo.

Un abrazo.