Capricho
Es sorprendente lo que yo llamaría radiografía del capricho, especialmente en estos días donde la vorágine consumista se apresta, especialmente por esas convenciones sociales, a hacer de las suyas. Convivimos el día a día de nuestra vida con los picos, más o menos soportables, de nuestros deseos, pero...¡sobrevivimos!
Un día, sin saber cómo, surge y toma formas en nosotros el capricho, puede ser por una recomendación de un amigo, por un anuncio que nos sorprende, por una imagen que se nos evoca, ...y se convierte en un deseo que nos acucia, que nos absorbe,...¡ya no seremos feliz hasta que tengamos ese capricho! Y sin apenas conocerlo sin haber escuchado hablar antes de él, ahora se convierte en la fuente primigenia de nuestros deseos, en el objeto único de nuestros anhelos y en el centro de nuestra vida. Ese algo preside nuestros sueños y, con más razón nuestros despertares. Desconocemos cómo pudimos vivir antes sin ello, porqué ahora se ha hecho tan insustituible, cómo en nuestra vida hay un antes y un después a ese momento.
Y, cuando me miro al espejo, yo que me creía tan diferente a todos esos que corren en pos de algo que les llene, me he contemplado igual a ellos, incompleto, deseoso,... Podías aconsejarme, probablemente con simpleza, que no me atormente que teniendo en cuenta estas fechas, tengo la ocasión de pedirlo en mi carta a los Reyes, que probablemente no sea tan caro y pueda conseguir colmar y calmar mis ilusiones a partir del día 6 de enero.
Pero no, ¡es mucho más complicado de lo que imaginas! No es algo que se pueda adquirir, ni siquiera tiene precio y su valor es tan incalculable..., como que ese anhelo... ¡eres tú!
4 comentarios
Äfrica -
Äfrica
Isabel -
prometeo -
Ispilatze -
Uf. Afortunadamente paso tan satisfecha sin los caprichos:
desear no es tener.
no tener no es morir.
Un besazo de camino a las uvas!!