Déjame en tus brazos...
...que me acomode en ellos. No digas nada. Estoy harta de todo y no quiero pensar. Quiero olvidarme de esos dolores que me acechan por la mañana y profetizan mi desgaste. No quiero pensar en la comida que tengo que preparar, ni en todo lo que tengo que planchar, ni en las historias de mi trabajo, ni en qué cara traerá mi marido cuando vuelva por la noche. Hoy no quiero lamentarme de un pasado gris, ni conjeturar un futuro que, hoy por hoy, lo veo negro; sólo quiero vivir este rato del presente...a tu lado.
Desprendámonos de todo ese mundo que está fuera de nosotros, empezando por nuestras ropas en las que llevamos prendidas tanto de la costumbre y de nuestra mediocridad. Una vez que te abrace con mi mirada, que haya provocado tu deseo, déjame que cierre los ojos...¡estoy tan cansada de sostener este corazón de a medios latidos! Y conviérteme en títere de tus dedos. Hoy no me resistiré a nada, todo lo contrario. Haz de mí lo que quieras, no lo que creas que a mí me gustaría, simplemente lo que a ti te apetezca hacer de mí y de mi cuerpo. Espolvoréame con el olor a melocotón dulce que desprende tu sexo y arráncale a mi piel, acezante de tus caricias, estertores placenteros. Estoy seguro de que así, dejándome laxa en tus brazos, como si fuera sólo parte de ti, voy a disfrutar como nunca hubiera imaginado. Abre tus brazos...¡soy toda tuya!
4 comentarios
lamas -
Un saludo!!
tejedora -
Tengo enormes deseos en dejar lo que estoy haciendo en estos instantes para sentir ese abrazo que tan bien describes.
Un abrazo (como siempre, y que sepas sentirlo bien, rebosante de cariño).
Ligia -
prometeo -