¿SILENCIO?
¿A qué viene tanto silencio? Tú me lo preguntas. Ni yo mismo lo sé. No es que no tenga nada que decir. No es que mi corazón esté dormido. Al revés, tengo el corazón loco y no he tenido más remedio que ponerle unas bridas para conducirlo y sujetarlo. De ahí esa limitación en mis palabras. Sé que no estás de acuerdo en eso y me lo criticas, pero no se me ocurre otra forma de no sucumbir a la locura.
Espero que el tiempo vaya colocando las cosas en su sitio y pueda ir soltando las bridas de modo que pueda seguir escribiendo y tú leyéndome, porque en el fondo, y sobre todo en la superficie, bien sabes que este blog está dedicado a ti.
1 comentario
Margarette -
te deseo lo mejor,......... y gracias a ti, el autor de esto, que me ha hecho ver..... lo que acabo de expresar en estas humildes palabras....
Gracias.........
:)