Advertencia no tenida en cuenta
Mira que te lo advertí, recuerdo que fue casi al principio de conocernos. Sé como soy y yo sabía que podría ocurrir. No sé la causa, pero no tuviste en cuenta aquel aviso, continuaste adelante y preferiste seguir tus apetencias. Entonces fue, cuando hiciste aquello, que yo te advertí, que tuvieras cuidado de no hacerlo: ¡me acariciaste!
Y desde ese instante...¡ya no me he podido separar de ti, ni tú desprenderte de mí!
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prometeo -
Ligia -