¿Amigos?
Una vez más, Celia, quiero reflexionar contigo en voz alta, pero esta vez sobre lo que nos pasó ayer. Cuando quedamos para tomar café, nada más verte me extrañó tu expresión. No sé cómo explicarte, es como si percibiera una nube negra que fuera a descargar sobre mí. Me sonreíste mientras encendías ese cigarro que usas siempre que quieres dilatar el tiempo y no sabes que decir y me miraste a los ojos.
Tengo que decirte algo, no te enfades; me dijiste rasgando el silencio. Debí poner cara de cero, no sé que es pero algo así sería, porque me cogiste la mano; la tenías fría, y me la apretaste con cariño.He estado pensando sobre nosotros, seguiste diciendo, y he decidido que no quiero ir "más allá" contigo, simplemente me gustaría tenerte como un buen amigo. Me conozco y sé que, si las cosas no salen bien, mi actitud hacia ti puede cambiar y prefiero saber que siempre puedo tenerte como buen amigo y contar contigo. Tú tienes la culpa, has sido demasiado bueno conmigo y me has aguantado mis neuras en los momentos malos. Me gustaría seguir teniendo ese apoyo. Ese fue todo tu discurso. Ahora fuiste tú la que pusiste la cara de cero.
Puse gesto de no entender lo que decías, mientras veía tu rostro desdibujado por las volutas del humo, aunque demasiado bien que lo entendí. No era la primera vez que me pasaba eso. Del mero conocimiento, evolucionamos a la complicidad, de ahí a una buena amistad; que aunque yo procuré trasgredir e ir más allá, ahí se quedó. Supongo que no es fácil encontrar a alguien del otro sexo que te escuche, que no te pida nada a cambio, que esté pendiente de ti si exigirte y procurando animarte cuando pasas un mal rato. Alguien a quien puedes abrir tus secretos más íntimos sin temor a que te lo rebote y con la tranquilidad de que sabrá ponerse en tu lugar y decirte la palabra que necesitas. No es la primera vez que has llorado entre mis brazos esos desengaños amorosos, que has tenido en otros jardines, y me temo que no será la última.
Ante eso que te pude decir, que aquí me seguirás teniendo para acogerte entre mis brazos cuando lo necesites, te quiero demasiado como para darte la espalda. Y cuando no te tenga entre ellos seguiré buscando en otro jardín esa flor que me dé aquello que, con gran dolor de mi corazón, desde ayer me has negado.
Tengo que decirte algo, no te enfades; me dijiste rasgando el silencio. Debí poner cara de cero, no sé que es pero algo así sería, porque me cogiste la mano; la tenías fría, y me la apretaste con cariño.He estado pensando sobre nosotros, seguiste diciendo, y he decidido que no quiero ir "más allá" contigo, simplemente me gustaría tenerte como un buen amigo. Me conozco y sé que, si las cosas no salen bien, mi actitud hacia ti puede cambiar y prefiero saber que siempre puedo tenerte como buen amigo y contar contigo. Tú tienes la culpa, has sido demasiado bueno conmigo y me has aguantado mis neuras en los momentos malos. Me gustaría seguir teniendo ese apoyo. Ese fue todo tu discurso. Ahora fuiste tú la que pusiste la cara de cero.
Puse gesto de no entender lo que decías, mientras veía tu rostro desdibujado por las volutas del humo, aunque demasiado bien que lo entendí. No era la primera vez que me pasaba eso. Del mero conocimiento, evolucionamos a la complicidad, de ahí a una buena amistad; que aunque yo procuré trasgredir e ir más allá, ahí se quedó. Supongo que no es fácil encontrar a alguien del otro sexo que te escuche, que no te pida nada a cambio, que esté pendiente de ti si exigirte y procurando animarte cuando pasas un mal rato. Alguien a quien puedes abrir tus secretos más íntimos sin temor a que te lo rebote y con la tranquilidad de que sabrá ponerse en tu lugar y decirte la palabra que necesitas. No es la primera vez que has llorado entre mis brazos esos desengaños amorosos, que has tenido en otros jardines, y me temo que no será la última.
Ante eso que te pude decir, que aquí me seguirás teniendo para acogerte entre mis brazos cuando lo necesites, te quiero demasiado como para darte la espalda. Y cuando no te tenga entre ellos seguiré buscando en otro jardín esa flor que me dé aquello que, con gran dolor de mi corazón, desde ayer me has negado.
3 comentarios
Celia -
Es posible que esté equivocada, pero sé que haciéndolo así te querré toda mi vida, que lloraré contigo, pero no por ti, que nos tendremos el uno al otro, sin pedirnos nada a cambio, sin palabras de amor pero con más amor que el que encontrarás en otros brazos.
Porque yo también estaré siempre a tu lado.
Besos con todo el amor que sabes que te tengo
DArilea -
quien naufraga la necesita.
Aunque a veces esa amistad sinceramente duele.
Un beso.
Brisa -
Pq es difícil encontrar un amigo como tú q no pida nada a cambio, que sepa escuchar, a quien se pueda abrazar, etc, etc, etc, etc, Dejo aquí los eceteras.
Un beso y evoluciona pero no cambies.