La huída
Sí, sé que ni tú ni yo podremos olvidar aquel último encuentro en el que en pleno invierno disfrutamos de sentir cómo brotaron las flores entre nuestros dedos, de aquel juego de miradas o de aquellas sensaciones únicas que sólo desde el silencio podrían describirse. Aunque el mutuo gozar convirtió el tiempo en algo largo, llegó el temido momento de nuestro adiós. El triste arrancarnos de nuestra mutua compañía con la incertidumbre de cuando nos volveremos a ver, el retorno a esa vida de cada uno que nos reclama.
Pero hay algo que ha ocurrido y quiero advertírtelo por si no te has dado cuenta, lo llevo observando con asombro desde que nos separamos, ¡mi sombra ha desaparecido!... Sí sé que parece absurdo, pero así ha sido. Un día caminando bajo el sol me di cuenta de que todo el mundo caminaba precediendo a su sombra, ¡menos yo! Busqué con ese ansia de quien ha perdido su cartera. Pero no hubo forma. Sospecho lo que ha ocurrido, mi sombra siempre ha sido un poco díscola y no me extrañaría nada que de esos días que caminamos juntos también se convirtiera en inseparable de la tuya. A ella le da igual todo, no está tan atada a la realidad como yo y probablemente se ha negado a venir conmigo y se haya quedado disfrutando con ella. ´
Ya me dirás si te acompañan dos sombras. Yo por mi parte estoy cada vez con la piel más blanca, evito al máximo tomar el sol para que nadie descubra que, desde que estuve contigo, me he convertido en el hombre sin sombra.
7 comentarios
Ana -
Me ha ENCANTADO la historia. El retorno a esa vida ... que duro! :D
Besos de presentación.
isobel -
ella -
Besos.
Milagros -
Besos arco iris y buen inicio de semana.
Isabel -
prometeo -
Muy bueno,
Un abrazo.
dipaola -