Siempre imaginé...
...que los sueños podían llegar a hacerse realidad, hasta que llegó aquel día en que:
-la larga distancia que habitualmente nos separa se redujo a distancia infinitésima
-tus labios atrajeron los míos y se perdieron en el más acompasado de los bailes que yo pudiera imaginar
-tus manos almizcladas con tu hábil encauce fueran sosegando cada rincón de mi cuerpo
-descubríamos en nuestros mutuos gestos grutas placenteras en las que sumergirnos venturosamente
-nuestro abrazo convertía, durante un instante mágico, nuestros dos cuerpos en uno solo
-tus dedos dibujaron caricias de primavera sobre mi pecho haciendo que brotara en sensaciones una nueva piel
-nuestros cuerpos enroscados mutuamente se dejaron mecer por la serena placidez del agua de la bañera
-tu respiración dormida sobre mi cara extraía de mí todas las ilusiones
-la luz del amanecer al vestir tu desnudez exaltó mis deseos hasta extremos desconocidos
-pudimos compartir sabores, cosquillas, complicidad, carcajadas y lunares en una melodiosa sinfonía
...ese día me di cuenta que el compartir esa realidad contigo era algo más hermoso que el sueño más maravilloso que yo nunca pudiera haber soñado.
3 comentarios
calma -
Saludos
Isabel -
Prometeo -