Tu mirada
Hoy al despertar, tras una noche de sueño plácido y reparador, abrí los ojos y te vi acostada a mi lado. Tu cabeza descansaba en la almohada, a tan poca distancia, que podía sentir tu aliento, mientras tus ojos abiertos y espabilados me miraban con esa mirada tierna con la que sólo tu sabes envolverme. Tus labios entreabiertos por el que asoman tus dientes con aspecto y sabor a caramelos de menta y sus comisuras levemente arrugadas me envían una sonrisa iluminando mi amanecer con rayos de alegría.
¿Cuánto tiempo llevas así, a mi lado, mirándome? ¡Y yo perdiendo el tiempo, dormido! También a mi me gusta disfrutarte mirándote, lo hago durante un buen rato, hasta que... ya no aguanto más! Alargo mis dedos para acariciar la superficie de tus labios y, entonces, te desvaneces en mi memoria...
1 comentario
SANDRA -
Saludos!!!