Mientras mi mano..., tu mano...
Nuestras manos despertaron a la vez.
Mientras mi manos se acercaba a ti,
la tuya permanecía impasible.
Mientras mi mano acarició tu cuello,
la tuya no se movió.
Mientras mi mano moldeó la forma de tus pechos,
la tuya quedó quieta.
Mientras mi mano descendió lenta por tu barriga,
la tuya estaba estática.
Mientras mi mano horadó tu ombligo,
la tuya permaneció inmóvil.
Mientras mi mano gustó tu pubis,
la tuya siguió en su sitio.
Mientras mi mano besó tus labios bajos,
la tuya estuvo totalmente pasiva.
Mientras mi mano seguía...
¡al fin la tuya se agitó!
Dio un manotazo en el aire
mientras decías: ¡creo que voy a levantarme ya!
Y mi mano, entonces, continuó buscando por la cama
y solitaria, sólo se encontró a la otra mano.
Las dos se cruzaron y comprendieron
y el sudor desesperado
se transformó en lágrimas de soledad.
2 comentarios
sahrazad -
Te mereces mucho calor, el mejor de todos, el que te haga vibrar, no renuncies a él, que son de los mejores regalos de la naturaleza... y tú te llevas bien con ella (naturalezzzzza) ¿no?
Celia -
Un millón de besos que sequen tus lágrimas