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AIRES ABIERTOS

Como una guitarra...

Como una guitarra...

            Soy una vieja guitarra de madera carcomida, agrietada por el devenir de los años, con hendiduras abiertas y arrumbada contra la pared. De cuerdas herrumbrosas y destensadas incapaces de armonizar la más sencilla melodía. De piel opaca por una pátina de polvo acumulado por el lamento continuado del aire, sobre la que caminan arañas laboriosas que me enredan en hilos pegajosos.

 

            Pero aún me sobran fuerzas para soñar contigo y en ese día que me arranques de este destino aciago, me untes con mágico barniz, abrillantando mi epidermis y cauterizando mis quebrantos.

 

            Deseo crecientemente que tus manos, artesanas de las delicias, actúen sobre mí para que seamos capaces de entonar al mundo esa sinfonía que siempre anhelé.

5 comentarios

Lludria -

La mía creo que debe estar todavía en el desván de mi madre. Eso si no la ha regalado, que tiene costumbre de hacer regalos con lo ajeno. Intenté aprender de pequeña, cuando ella casi era más grande que yo, pero sólo me enseñaron acompañamiento para el "estrella" que tocaba la bandurria ^^ y acabé cansándome. Ahora, cuando pienso en la guitarra, lo hago en Luis, que la llevaba al insti y la tocaba para nosotras en las horas libres o cuando faltaba algún profesor. Un besazo en clave de sol!!

aprendiza de risas -

Yo tocaba la guitarra cuando era adolescente, con mis amigas, cuando íbamos de excursión y esas cosas, cuando estábamos todas a punto de enamorarnos, cuando despertábamos a la vida.
El verano pasado, en una salida al río con unos amigos, uno de ellos llevaba una guitarra. Después de un rato se me ocurrió cogerla y me puse a tocarla. Mis amigas flipaban de ver que la sabía tocar! Fue muy divertido, nos reimos y claro, mi repertorio era tan demodé que aún reíamos más y más...
Un placer leerte. Gracias por tu visita.

Besos en partitura,

Noa- -

Guitarra... grito desgarrado, susurro atemperado.
Comunión entre madera y viento, cantando caricias.

Gracias por tu paso y tus palabras en mi rincón.

Saludos

malefica -

Yo también tengo una guitarra que se tocar, y que llora todas las noches porque ultimamente la tengo abandonada. Supongo se crearon para tocarlas, a todas horas, y yo soy muy correcta con mis quehaceres, nunca me queda tiempo de ponerme con ella. Sí, luce en una esquina de mi piso, limpia, que la paso el polvo, afinada, que la afino, pero pobrecilla, lo se, la toco poco. Ya llegarán días de esos que la mire, y no pueda aguantarlo, y la ponga en mis brazos, y vuelva a la adolescencia¡
Un beso fuerte, tócala tu también, niña, tu también¡

Sur -

No has podido elegir mejor instrumento para comparar el proceso de la vida. Es similar a que, de vez en cuando no nos preocupados de la misma y la carcoma se apodera hasta que sentimos el daño en nuestro interior y nos damos cuenta tarde o temprano.

A veces se pueden disponer de fuerzas para barnizar nuestras propias vidas y ofrecerle un sentido similar al que queremos conseguir, pero otras veces necesitamos ayuda, ya que cuando la paciencia esta a punto de colmarse llegaríamos, incluso, a pedirla en forma de gritos si hiciese falta. Al menos me he sentido así muchas veces en éstos últimos años.

Deseo enormemente no desfallezcas en tus fuerzas soñolientas y una cosa importante: que sepas apreciar dichas fuerzas.

Ten a buen seguro que las manos que mencionas comenzarán a “fabricar” una sinfonía magnífica e inolvidable hasta desaparecer el anhelo que sientes en éstos instantes.

Una sonrisa de mí hacia ti.

Sur

P.D.: Y pensar que hace escasas horas estaba bailando por soleá y necesitaba una guitarra para marcar los acordes. Menos mal que utilicé el designio.