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AIRES ABIERTOS

Agua dos

Agua dos

 

        Ven, acércate, no te quedes en la puerta. Cuando te dije que quería pasar un buen rato a tu lado ¿qué te imaginaste? ¿Te sorprende? Hombre no pongas los ojos como platos ¿no has visto nunca los pechos de una mujer? Ya veo que para desnudarte no necesitas ayuda, pero no corras, no hay prisa. Tenemos toda la noche para nosotros. ¿Sabes? Me gusta mirarte y dejar que mis ojos aviven mi deseo, cuando se posan por esas porciones de tu cuerpo que vas dejando al descubierto. Disfruto viendo tu sexo con ese manojillo de pelos que lo adorna y que va despertando levemente a mis palabras. No te preocupes en doblar la ropa sobre la silla, tranquilo que, nadie entrará para quejarse de que el cuarto está desordenado. Pasa aquí conmigo, no hay mucho sitio pero cabremos bien los dos. Mete la pierna con cuidado, tampoco es cuestión de que te pegues un resbalón en la bañera. Colócate de espaldas entre mis piernas abiertas, el agua está calentita. ¡Qué a gusto el tenerte tan cerca con tu espalda pegada a mi pecho y tus nalgas duras apretando mi barriga! Déjame abrazar tu cintura con mis piernas. ¡Huy! ¿Qué es esto que he atrapado entre mis pies? Me gusta sentirlo como ahora ya está endurecido y esa imagen que parece un periscopio saliendo oteante del fondo de la bañera. Es como si estuviera intentando curiosear algo. Siempre me ha gustado la forma de tu cuello, tus orejas y…el sabor que tiene que se mezcla ahora con el de la espuma.  ¿Puedo masajearte tu pelo? Lo tienes muy suave y ahora mojado es maravilloso el sentirlo entre mis dedos. No te muevas. ¡Qué duras se te están poniendo las tetillas! Me gusta juguetear con ellas, excitarlas y excitarte, arañar tu pecho con mis uñas afiladas, sumergir mis dedos bajo el agua, primero buscando tu ombligo y luego rodeando tu parte más preciada y que tanto me excita. Noto como te sientes cuando mi mano derecha se cierra a su alrededor e inicia un movimiento de vaivén, primero despacio y luego a más velocidad. Con mi oído en tu espalda noto la excitación en los aleteos de tu respiración y el deseo que me contagias y hace que mi humedad se mezcle, confusamente, con el del agua de la bañera.

            Ahora me estaré quieta. Ya que al ser sordomudo tus labios no hablan, dejaré que lo hagan tus dedos. Vale me callaré que soy una cotorra, pero con una condición: ¡hazme tuya! ¡ya!

 

8 comentarios

amane -

el placer de sentir el cuerpo de otro junto al de uno es incomparable...no hay mejor sensacion que aquella
me ecanto tu relato ^_^

lamas -

Jaja!! qué lástima que él no pueda oirla, ni verle los labios pues está de espaldas... pero qué bien se entienden, verdad?
Un besito!!

prometeo -

Muy bien narrada, como si lo sintiera en cada momento de la lectura, sensaciones y sentimientos y erotismo a cien; tendre que organizar una velada asi si no me quedare con los diente largos y humedades varias....un abarzo.

tejedora -

Sensaciones placenteras en el agua, inclusive el lenguaje de sus propios cuerpos.

Un abrazo.

belita -

Seguro que no se resiste... Jajaja.

Alma -

No la hagas esperar, ese jacuzzi tiene mucho recorrido para jugar, jeje

Besos salados

desiree -

Mejoras con los años,,, como se nota lo vivido
besos

clip -

me ha gustado esta narración, el descubrimiento de la piel a través de propios pensamientos.

Un beso y feliz baño