Suelta las manos...
...déjalas libres, que vuelen rasgando el aire hasta llegar a mi cuerpo. Llevo mucho tiempo cerca de ti, pero hasta hoy no me he atrevido a hablarte tan claro. Deja de agarrarte esos dedos, como si su mutua cercanía, les diera seguridad. Abandona esos equivocados prejuicios, que te hacen permanecer estática y muévete con la sinuosidad de una sierpe. Que tus dedos construyan caricias sobre mi piel, que despierten en mi esas sensaciones soñadas y que te has resistido, hasta ahora, a hacerme vivir. ¡Hazlo por mí!
-¡Oiga! Es ya la hora de cerrar el museo.
Este hombre no debe andar muy bien, lleva días acudiendo a esta sala y colocándose detrás de esa estatua. Y hoy me ha dado la impresión de que estaba hablando solo.
3 comentarios
Noamanda -
el dibu también ;)
prometeo -
Isabel -